Dime qué tetas tienes y te diré quién eres

Por Nati Menstrual

Tetas van, tetas vienen… los corpiños se entretienen

A lo largo de mi vida experimentando el travestismo, me he topado con tetas de todo tipo, dándome cuenta de las variadas opciones que existen, ade­más de la teta inicial a la que nos aferramos: la teta madre, la teta alimento, la teta mala, la teta buena, la tettamanti… y quise hacer un racconto para que vean qué maravillosas rarezas podemos encontrar. Acá van algunos ejemplos:

  • Las tetas de silicona, que pueden ser fijas como de piedra, encapsuladas como de cemento, naturales como una gota o enormes como pelotazos.
  • Las tetas de aceite (y no Cocinero), que puede ser industrial o vegetal, no recomendables por cuestiones de salud ya que son cancerígenas y casi imposi­bles de lipoaspirar una vez que se meten en el cuerpo.
  • Las tetas de trapo, donde una elige el tipo de tela con la que quiere hacer el sensual bollo tetoide del gran engaño.
  • Las tetas de globo, que se llenan de agua tibia para evitar que se pinchen y tengan temperatura similar a la corporal hasta que se te van enfriando.
  • Las tetas en plataforma, de una que se inyectó aceite y no se cuidó apropiadamente formándosele una masa rectangular uniforme en el medio del pecho, sobre la que se puso dos tetas más, empeorando el efecto.
  • Las tetas de doble media de seda que resisten cualquier relleno: mijo, alpiste, arena, guata, algodón, goma espuma y puedo estar una hora enumeran­do y enumerando.
  • Las tetas de harina, las tetas de arroz o las tetas de polenta que sirven de plato de comida cuando no hay dinero.

Y seguramente descubra muchas más a medida que pase el tiempo. Por lo menos, por ahora ahí me quedo. Chicas, a cuidarse y cuidado con lo que hacemos. Nunca olvidemos que nuestra salud está de por medio. Si es tu ilu­sión tener tetas, tenelas de la mejor manera. Y si es solo para que las disfruten los tipos, deciles que se las pongan ellos.