El estruendo que destaparon las máscaras

Por Marlene Wayar

Para este Dossier Carnavalesco me gustaría contarles que en El Teje empezó a registrar de manera escrita nuestra memoria. Nuestra voz ha tenido potencia de estruendo pero siempre de manera oral, y empezamos darle escritura para la construcción de una memoria colectiva, comunitaria, de una historia, que a su vez entendemos que tiene jerarquía de archivo social.

En ese compromiso, recogimos nuestras voces. Así, el carnaval llega y —conquista mediante— es apropiado y prende entre nosotras mezclado con lo que había. Lohana nos habla de carnavales norteños con mucho de Salamanca; Malva y Vanesa, de un carnaval más urbano y moderno. Siempre como espacio de resistencia. Como en cada Teje, las voces de hombres y mujeres suelen estar presentes pero de modo tangencial. Para este informe mantuvimos un diálogo con Coco Romero, Coordinador del Área Circo, Murga y Carnaval del Rojas, un murguero que investiga la memoria del carnaval. Y si bien el dossier recoge nuestras propias experiencias como material para hablar del carnaval, en este caso hemos indagado afuera para comprendernos con otrxs.